6 de marzo de 2012

Acabo de volver del entrenamiento de spinning. Ya casi no recordaba lo que se sufría en esa habitación! Me ha molado el tema: sudando, sufriendo, el continuo "¡Vamos!" del monitor, "levanta", "siéntate", "más rápido", "más duro"...y la gente muy simpática (soy el nuevo de la clase, así que es de agradecer). Al acabar me he tomado un plátano pequeñito para recuperar fuerzas.

Sensaciones... para empezar no ha estado mal, pero tengo que trabajar duro, había ciertos momentos en los que la dureza de la bicicleta era excesiva y he tenido que bajarla, o disminuía el ritmo. ¡Hay que trabajar! Eso sí, motivación y ganas a tope!